Por: Dr. Sergio Fragoso
Empezaba la década de los años 70 y la gente vivía unos años especiales en muchos sentidos, nuestra Ciudad Obregón era una población en pleno crecimiento y un punto Excelente para vivir en familia, donde "El más chico tenía su tostón" como dice conocida canción en alusión al Estado de Sonora.
Musicalmente eran años especiales de Inspiración y autoría así el rock tanto en inglés como en español hacía de las suyas y que decir del beisbol donde estrenábamos un gran estadio y la liga Mexicana del Pacífico.
Entraba en una era de mucha competencia y calidad. A mediados de ese año 70, los Yaquis tenían una gran actividad para enfrentar su primera temporada en el coloso de la Calle Guerrero y como algunas organizaciones ligamayoristas estaban echando la casa por la ventana, la directiva Yaqui se armaba para enfrentar el duro invierno que se Avecinaba.
Los Orioles de Baltimore y Indios de Cleveland volteaban a tierras Yaquis. Eran tiempos en que no existía el internet ni la facilidad de la comunicación actual pero la organización estaba pidiendo con conocimiento de causa, jugadores "estrellas".
Asi fue como se hicieron los contactos suficientes para que viniera a hacerse de la Segunda Base o bien de las paradas cortas, un novato que prometía mucho al Baltimore y que no les falló, se trataba de Bobby Grich que estaba amarrado para venir a jugar. Sin embargo las organizaciones ligamayoristas seguían teniendo el sartén por el mango, enviándolo mejor a jugar pelota de invierno a Puerto Rico, para cumplir con el conocimiento o experiencia de que sus muchachos avanzaban más en su desarrollo en equipos de la cuenca del Caribe.
Usted ya conoce la historia, Bobby Grich llego a Ligas mayores por la puerta grande con esa misma organización, brillando muchos años también con los Angelinos de California.
Para que no cundiera el pánico, los Indios de Cleveland dijeron "Eh tranquilos Yaquis" aquí tenemos tela de donde cortar y ahí les va John Lowenstein que de preferencia juega las paradas cortas pero tiene la capacidad de jugar todo el cuadro y los jardines.
Así fue como este jugador de espejuelos oriundo de Montana, se convirtió en el parador en corto, brillando en esa primera temporada, para convertirse en un Idolo de áquellos aficionados que lo vieron o lo vimos jugar, mostrando por el lado de los zurdos, un bat muy rápido y swing corto, pero muy efectivo para regar líneas por todo los jardines acompañado de un guante efectivo pero hay que decirlo nada excepcional, ya que soltaba aisladamente una que otra bola.
Seguramente fue una de la razones el porque el Orioles deseaba que jugara pelota de invierno, pues inmediatamente llegó a ligas mayores y no se le conoció un juego errático. Lowenstein siguió apareciendo en pelota de invierno, pero después lo hizo 3 inviernos continuos con los Cardenales de Lara de Venezuela, donde igual se seguía la secuencia no escrita de que el pelotero se "fogueaba" más en el caribe, aspecto que la organización Yaqui no le preocupó en lo absoluto, ya que la logística de esos años no era repetir tanto al pelotero importado pues la oferta de ellos era alta y por otra parte venían entrando a la organización peloteros mexicanos de cuadro que después se hicieron ídolos de la escuadra Yaqui.
"John Lo" como era apodado en ligas mayores tenía algo de poder pero no era jonronero, aún cuando en la temporada del 70 con el Wichita, Triple A. ante de venir a los Yaquis conectó 18 jonrones, lo que valió que un mes antes de enfundarse de Yaqui se tomara su taza de café con los Indios de Cleveland.
Sin embargo conectó tablazos detrás de la barda que se hicieron famosos y hoy están en la historia de las ligas mayores, como aquel de 1979, cuando con la casaca del Baltimore, se peleaba el banderín de la liga americana, contra los Angelinos de California, en un juegazo o duelo que protagonizaron Jim Palmer por Orioles y Nolan Ryan por Angelinos y con el juego 3-3 en el fondo de la décima entrada, en un primer juego de serie campeonil en Baltimore, el manager Earl Weaver, sentó al parador en corto Mark Belanger y le dio el bat al ídolo Yaqui del ayer, para que se enfrentara con 2 outs, al relevista John Montague, que en 1974 lo vimos enfundado de Criollo de Caguas durante la primera Serie del Caribe en nuestro país verificada en Hermosillo y rápidamente colocó a Lowenstein en una bola con dos strikes que fueron 2 bolas de tenedor a la esquina de afuera para bateador zurdo y en ´´esta situación el "pequeño halcón" adivinó que vendría con nuevo tenedor al mismo sitio, y asi fue como dice la canción y Lowenstein la empujó con poder parea la banda contraria dada la velocidad de su swing, en un batazo que venció la barda y dando el primer triunfo al Baltimore, convirtiendo al estadio en júbilo y locura. Su primer cuadrangular lo conectó a Joe Coleman del Detroit y su última temporada en la gran carpa fue en 1985.
Fue un gran ídolo sobretodo con los Orioles pues está en el salón de la fama de ese club. Sin embargo no era muy afecto a participar en clubes de fanáticos o con los medios; de hecho formaba parte de un llamado club de la apatía, de alguna manera sentía que dichos clubes no eran necesarios para desarrollar su trabajo en el beisbol.
Al estar fuera de los diamantes el mismo Baltimore le ofreció trabajo como comentarista o analista de los juegos de beisbol, durante 11 años hasta que la cadena televisiva le dijo un 2 de enero hasta aquí Mister Lowenstein y fue reemplazado por el ex pitcher del mismo Baltimore, MIke Flanagan. Fue un duro golpe para el ex-yaqui, que se quejó del porque no se le comunicó de la decisión meses atrás, cuando pudo haber conseguido una ocupación parecida en otra organización o cadena televisiva.
Duros tiempos en que se fue a su tierra natal a vender alguna propiedad y seguir en la pelea por la vida. Nunca abrazó alguna labor dentro del mismo beisbol, ya sea como coach, buscador o manager, hoy a sus 72 años vive plácidamente en Las Vegas. No vaya a ser que un día de estos se lo encuentre usted jugando en una maquinita, claro si es usted buen fisonomista.
(Comunicación Liga ARCO).-Los celebración de los 80 ...
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